Uno

1 – La llegada

Acabo de caer, todo está oscuro pero siento la arena hasta donde hay plantas, un rayo me muestra una cueva, escalo durante horas, llorando y gimiendo como niño por mi desgracia, pero peleando, mi teléfono está encendido y el cargador solar se ve intacto.

Esta cosa me despertó, no que necesitara ayuda, algo me mordió/pico y la espalda me duele mucho, no alcanzo a ver, uso la cámara de mi teléfono: veo que tengo una cabeza de hormiga ahí pegada, me la arranco, me la como ‘creo que necesitará más de estas, siempre y cuando no me coma su cuerpecito abultado de veneno, estaré bien’.
La primer maña fue la más dificil, no sabía si reir o llorar, estaba solo siempre lo había querido, y esta islita era mi nuevo recinto de paz y libertad humana. Me acordé que en mi teléfono tenía un mensaje sin leer desde antes del accidente, lo leí, era tuyo, mi corazón latía muy fuerte adormeciendo me las manos, saber de ti me dolió mucho, era demasiado tiempo sin decir nada: demasiado tiempo esperando, demasiada mala suerte estar en medio del pacífico con este mensaje tuyo diciendo ‘Tengo que verte y averiguar algo, estoy a punto de casarme’.