2 Historias cortas

Categories ficción

Drama

Empecé con piedras en la mano a caminar hacia tu casa. No iba a lanzarlas, solo quería materializar tus ofensas, así que las apreté hasta que sangró. Esa sangre estaba en nuestras manos, en las tuyas por roer mi voluntad hasta que perdí el control. Las piedras que serían las agujas que tatuarían tu conciencia después de decirme adiós.

Continué bajo tu ventana con lo que me quedaba de vida. La senda de la malicia que me había arrastrado hasta ahí empezaba en mi mano y acababa en el horizonte de nuestro pasado.

Quería terminar con el último final restregado en tus ojos. Que la banqueta donde me perderías para siempre fuera la obra maestra de tu plástica inmisericorde.

Strange loop

Estaba muerto y me veía en un circo.

– ¿Cómo? ¿El cielo es un circo?

– Bueno, el “cielo” es…

– ¿Por qué pones comillas? ¿Esto no es el cielo?

– Si, seguro, esto es tan el cielo como el infierno es un mal viaje de drogas.

– Cuando llega la muerte el último instante es arrastrado por la distorsión del espacio-tiempo en tus últimas neuronas lo que la alarga infinitamente. En esencia nunca terminas de morir y tu conciencia nunca se apagará.

– Okey… y ¿por qué un circo?

– Vivirás todos tus pensamientos; tu memoria será tu purgatorio y tu cielo; el inicio siempre es aleatorio en tu caso definido con este recuerdo; mira, el payaso al que le lanzaste caca de elefante, aquí viene otra vez, veamos que te dice.

– Jajaja lo hiciste de nuevo, clásico tú.

– Recuerdo haberlo disfrutado más ese día.

– ¿Qué? ¿Ahora esto resulta un pecado para ti? Ya cambiarás de opinión, tienes toda la eternidad para hacerlo.

– Y si esto es mi cabeza, puedo controlarlo, ¿cierto?

– Ya aprenderás a hacerlo.

– Cuando lo haga, ¿podré crear cosas?

– Si, como un sueño lúcido que nunca acaba.

– ¿Podría crear vida?

– Podrías crear un universo donde el tiempo y el espacio trabajen para alargar la experiencia de la muerte de sus habitantes y si quieres podrías darles tu mismo poder. Tus creaciones podrían, a su vez, crear tiempo sin fin y podrías ver todo lo que crean en su cabeza; la televisión más completa, sin límites, eternamente interesante.

– Un momento, si yo puedo hacer eso, ¿qué me dice que yo no soy parte de esa misma trama?

Su interlocutor empezó a desaparecer de las extremidades hacia la cabeza hasta quedar flotando solo como una sonrisa que al final se desvaneció riendo: “Ja ja ja a ver que se te ocurre ahora”.

Un aplauso