VII
Las cosas de los cuentos no saben en que está impresas, con sus texturas de juguete y sus saltos cuando abres su página, se mueven juntas por las magias del papel tensado, te saludan con sus colores, con el filo de su bidimensión y si quieres arrancarlas se resisten con todo el libro.
Hay que aprender a ser historias para poder vivir con ellas, pero las historias nunca se mezclan por eso hay tantos cuentos porque cada cosa necesita sus propia acción saltarina en papel.
Como editor la reacción natural es querer meter las manos, ser un personaje mas pero una vez que reconoces una trama lo decente es quitar las manos esperando que así la historia continúe sola, ocasionalmente echando un ojo para saber que aun funcionan los escenarios con sus monitos móviles, asegurándose que no hay necesidad de volverse de papel para que tenga un final feliz. Its the gentleman thing to do.
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